- La lactancia materna es un don de sí mismo: gloria a la madre
- Cónyuge: ¡define tu mejor papel con el bebé!
- Usted es el apoyo técnico esencial de la familia
- Desempeñe su papel en la lactancia de su hijo
- Cuanto antes, aligere la carga mental de su pareja
Es innegable que la lactancia materna crea una burbuja de intimidad entre madre e hijo. Pero si se analiza más detenidamente, parece posible penetrar en esta burbuja y compartir la alimentación del bebé en pareja, o incluso a tres. Desde el estímulo hasta el apoyo logístico, pasando por la gestión de la alimentación con biberón, el papel del segundo progenitor puede adoptar distintas formas en función de su deseo e implicación a lo largo de los primeros meses de vida del bebé. Papá, segunda mamá, segundo papá o coparental, entre paciencia, anticipación, apoyo y admiración, descubre cómo practicar la lactancia compartida.

La lactancia materna es un don de sí mismo: gloria a la madre
Amamantar no es un acto trivial. Tras la conmoción que supone el nacimiento de un hijo, amamantar en exclusiva supone un auténtico regalo de sí misma para la madre.
Día y noche, cansada o no, está disponible. Durante meses, presta mucha atención a su alimentación, privilegiando los productos galactógenos y evitando muchos otros. En casa, con los amigos, en familia, en lugares públicos, en todas partes, asume la elección (a veces controvertida) de amamantar a su hijo. En su cuerpo y en su intimidad, también acepta lasmolestias y a veces el dolor, por el bienestar y la salud de su bebé. La madre lactante es una luchadora. A pesar de todo, puedes ayudarla estando a su lado.
- Apóyala en sus decisiones como madre, acompáñala en su camino, adórala por lo que hace y consuélala en los momentos de duda.
- Dale apoyo moral y físico si se siente cansada, tiene dificultades para poner al bebé al pecho o siente dolor... Mantente siempre presente, atenta y disponible, sobre todo porque puede que no te demuestre cuánto lo necesita.
- En el día a día, rodéales de protección y amor. Forma una tríada inquebrantable, defendiendo sus decisiones y su forma de hacer las cosas, sobre todo cuando se trate de temas delicados como la lactancia en público.
Cónyuges: ¡definid vuestro mejor papel con el bebé!
Cuando nace un bebé, toda la organización familiar se pone patas arriba. A veces es difícil encontrar tu sitio entre la joven madre y su nuevo bebé. Puedes sentirte frustrada, incomprendida o excluida. Discutid y probad juntos diferentes configuraciones. Seguro que acabáis encontrando vuestro sitio y creando armonía en casa.
Así que, en lo que respecta a la lactancia compartida, el mejor papel que puedes desempeñar es el que te das a ti misma. Comprueba por ti misma dónde te sientes mejor y cuándo te sientes más útil para tu familia. No te subestimes y no te pongas límites. [su_highlight background="#FCF3F0"]Que no des el pecho no significa que no puedas amamantar[/su_highlight].
Usted es el apoyo técnico esencial de la familia
¡Que nadie lo dude! Cuando tu mujer está dando el pecho, está totalmente centrada en alimentar a su bebé, ayudarle a mamar y hacer que esté lo más cómodo posible, a menudo hasta el punto de olvidarse de sí misma. Afortunadamente, tú estás ahí para ayudarla y proporcionarle el apoyo logístico que necesita.
- Haz que la lactancia sea más cómoda: ofrécele la silla adecuada, llévale una manta suave, sal a pasear y busca los mejores lugares para que pueda dar el pecho sin que nadie le moleste...
- Llévale accesorios para la lactancia (almohadas adicionales, una luz suave para las tomas nocturnas, pañales, etc.).
- Imagina un pequeño tentempié para que pueda comer y beber (sobre todo al principio, cuando la lactancia es muy frecuente, y más aún si el bebé se toma su tiempo para mamar). La leche materna se compone en gran parte de aguapor lo que las mamás lactantes deben hidratarse con regularidad.
Lactancia compartida: involúcrese con su hijo
No te imaginas todo lo que puedes hacer para implicarte cada vez más en la lactancia de tu hijo, incluso sin darle el pecho.
Por la noche, junte a la madre y al niño para alimentarlos.
Cuando se despierte para comer, ve a buscar a tu pequeño a su cama y llévalo a la tuya, junto a tu pareja. Así tendrá tiempo de despertarse y prepararse antes de que le des la bienvenida en tus brazos.
Durante el día, vigila la hora para saber cuándo debes dar de comer a tu bebé. Si eres capaz de entender el ritmo fisiológico de tu recién nacido, podrás anticiparte (quizá no siempre, pero sí a veces) a su necesidad de leche y a sus llantos, y evitar así una serie de situaciones estresantes y complicadas.
Utiliza el contacto piel con piel para mantener al bebé paciente
¿Mamá no está disponible de inmediato o el bebé se ha adelantado un poco a la hora de comer? Como resultado, llora a moco tendido y se duerme llorando en tus brazos.
Juega la carta de la calma y prueba el contacto piel con piel. Es muy posible que, acurrucado a tu lado, tu hijo se calme lo suficiente como para dar tiempo a mamá a entrar o calmarse. ¿Quién es el héroe del día?
Toma el relevo con biberones de leche materna
Para un segundo papel digno del primero, ¡toma el control total de la lactancia de tu hijo dándole biberones de leche materna! L'lactancia mixta es una gran solución para los padres que quieren compartir las comidas de sus hijos.
¿Cómo se hace? De antemano, la mamá prepara su sacaleches, se extrae un poco de leche cada día y la guarda en la nevera o el congelador. Cuando la necesita, descongela suavemente el volumen de leche que necesita, o la calienta en el calienta biberones.
Un biberón diseñado para la lactancia mixta
Además, para la salud de su bebé pero también para el placer de todos ustedes, Élhée ha diseñado un biberón tan sano como la bebida láctea que contiene. Fabricado en silicona médica de tacto suave y provisto de una tetina fisiológica que favorece la succión y la digestión, nuestro bibRond ecodiseñado y fabricado en Franciaes un diseño innovador para un objeto emocional que podrás conservar durante mucho tiempo. ¿Quizá sea usted el próximo en probarlo?
Cuanto antes, aligere la carga mental de su pareja
Conmoción, revolución, terremoto... Nunca hay suficientes superlativos para describir la llegada (accidentada o no) de un bebé. Deseado y a veces largamente esperado, acapara inmediatamente y durante mucho tiempo toda tu atención y también toda tu energía. Así que, de forma regular, o al menos en los primeros días, no dudes en dejar para mañana todo lo que no sea urgente, para relativizar y liberar juntos la presión.

- Cuando surja la oportunidad, tome la iniciativa en la gestión de las comidas y el reparto de las tareas domésticas, prepare cantidades mayores para recalentar y, por qué no, aproveche sus desvelos de las 4 de la mañana para prepararle un delicioso desayuno.
- Deja a tus otros hijos con amigos o con sus abuelos durante unos días y aprovecha un poco de descanso para organizar las cosas con calma, los tres solos.
- Papá o coparental, dedícate un tiempo especial a tu bebé, aparte de amamantarlo. Báñalo o salid juntos de paseo en el cochecito mientras la madre descansa. Es una forma excelente de establecer y reforzar el vínculo que se está desarrollando entre vosotros.
Sea cual sea tu forma de organizarte, darte un capricho o quitarte presión, no lo dudes. Con el paso de los años, las oportunidades no siempre se presentarán cuando las necesites. Además, te sentirás más inclinado a disfrutar de las alegrías de la paternidad, a maravillarte con ellas y a encontrar, juntos, el hermoso equilibrio que hará tu vida.
El embarazo, el parto y la lactancia suelen cambiar la relación íntima de la pareja. A veces armoniosa e incluso exacerbada, a veces inexistente y evitada, en función de los deseos y sentimientos de cada uno. Una vez más, tómate tu tiempo para hablar de ello y compartir tus sentimientos: ¡tened paciencia el uno con el otro y todo irá bien!