CONTENIDO:
- La necesidad de mamar de los bebés: un reflejo innato
- Los mil y un beneficios de la lactancia materna
- Pecho, chupete o chupete, pulgar o peluche: calmar la necesidad de succionar
- Nuestros consejos para controlar la necesidad de mamar de tu bebé
- Chupetes fisiológicos: ¿cómo elegir un chupete para tu bebé?
- Problemas de succión: ¿cómo reconocerlos?
La necesidad de mamar de los bebés: un reflejo innato
En el momento de la ecografía, a veces nos llevamos una gran sorpresa: ¡el bebé se chupa el dedo! Se trata de un reflejo prenatal que se irá perfeccionando a lo largo del embarazo y alcanzará su punto álgido al nacer. De hecho, es gracias a este reflejo que tu bebé puede tomar su primera toma.
Se trata de la succión nutritiva que el bebé utiliza para alimentarse y durante la cual se concentra, succionando la leche de su madre durante mucho tiempo y tragando entre cada succión.
Al mismo tiempo, la succión no nutritiva del pecho, el biberón, el peluche o el chupete es más rápida e implica largas pausas. En este caso no es una cuestión de hambre, sino de comodidad.
Reconocer la necesidad de mamar
Entonces, ¿cómo diferenciar el hambre de la necesidad de consuelo? Si ya ha pasado la hora de comer (aunque sólo sea un poco), o si se acerca y el bebé tiene hambre, es muy probable que empiece a llorar. También es posible que reconozcas movimientos de la boca e intentos de chuparse su peluche, sus dedos o todo el puño, todo ello sin conseguir calmarle.
La necesidad de consuelo puede venir marcada por un niño bastante agitado, al que le cuesta dormirse, que se enfada o que gira la cabeza en todas direcciones. Si lo hacen, automáticamente se calman muy rápido.
Haz la prueba tú misma. En caso de duda, si aún no es la hora de comer y sus pañales están limpios, dale el dedo meñique para que lo chupe. Si no se calma, puedes prepararle la comida de leche.
Los mil y un beneficios de la lactancia materna
Reflejo innato (o arcaico) asociado a los reflejos de prensión, de los puntos cardinales y de Moro, a la marcha automática, al alargamiento cruzado y al apoyo de la cabeza, el reflejo de succión desempeña numerosas funciones en la vida de tu bebé.
- Alimentación: ante todo, la succión permite al bebé tomar su propia leche, ya sea materna o de biberón.
- Regular la producción de leche: al mamar de tu pecho, el bebé estimula y modula tu producción de leche en función de sus necesidades y de su apetito.
- Calmante: la succión proporciona una sensación de calma y tranquilidad, reconfortando o aliviando a tu pequeño en función de sus necesidades.
- Controlar el estrés y el dolor: la lactancia libera endorfinas. Hormona que favorece la relajación y el sueño, también tiene un efecto analgésico especialmente útil durante los exámenes médicos, por ejemplo.
- Interactúa : cada vez que pongas al bebé al pecho, si deja de mamar, cámbiale de pecho. Es una primera forma de intercambio para él, a menudo acompañada de miradas y soniditos (¡qué mono!).
- Crecer : la succión desempeña un importante papel tranquilizador en el desarrollo psicoafectivo del niño.
- Desarrollo del paladar:la osteopatía perinatal nos enseña que la presión ejercida por la lengua sobre el paladar (durante las tomas y en reposo) favorece su desarrollo a través del movimiento de los huesos craneales que lo componen.
- Desarrollar los músculos de la mandíbula: la succión hace trabajar todos los músculos faciales, hasta el punto de moldear parcialmente la cara.
- Por último, la succión obliga al bebé a respirar por la nariz: la mejor forma para él (y para todos) de oxigenar su cerebro.
Pecho, chupete o chupete, pulgar o peluche: calmar la necesidad de succionar

Con el paso de las semanas y los meses, el reflejo de succión evoluciona hasta convertirse en una necesidad, a medida que tu hijo comprende que le reconforta. Suele ser en este momento cuando adoptan un peluche, un pulgar o un chupete que les acompañe.
Para los padres, el gran alivio de haber encontrado un remedio para el llanto y el malestar de sus bebés da paso rápidamente a preguntas sobre sus ventajas e inconvenientes.
El pulgar, imposible de extraviar
Una verdadera ventaja, especialmente apreciada por la noche. Cuando tu pequeño se despierta, no necesita que nadie le ayude a volver a dormirse: encuentra su pulgar muy fácilmente. Sin embargo, cuando llega el momento de dejar de mamar, la cosa cambia. La principal ventaja del pulgar es que es imposible perderlo, pero también es su principal inconveniente.
Los especialistas también la critican por provocar una mayor deformación ortodóncica, sobre todo en los niños que se chupan el dedo durante largos periodos.
El pecho, difícil de rechazar
Los bebés amamantados tienden a mezclar tomas nutritivas con tomas reconfortantes cuando se agarran al pecho. Aunque estos momentos suelen estar llenos de dulzura y magia, no siempre es fácil distinguir entre ambos, y mucho menos rechazar el pecho o retirar al bebé del pecho porque crees que no se está alimentando eficazmente.
Por este motivo, muchas madres optan por dar a su hijo un chupete, chupete o chupete.
Dummies, más fácil de parar
A diferencia del pulgar, el chupete es más fácil (y, lo que es más importante, físicamente posible) de abandonar, aun sabiendo lo mucho que les gusta a los bebés. Se pueden intercambiar por higiene y practicidad, pero sigue existiendo el riesgo de que se pierdan en un paseo o se extravíen por la noche. Por eso, a menudo, los padres tenemos una auténtica colección de ellos.
Los chupetes son más blandos que los pulgares y más estilizados (conocidos como tetinas anatómicas o fisiológicas), y tienen menos impacto en el desarrollo oral del bebé.
El peluche y sus emociones
Por último, el peluche, objeto transicional por excelencia, acompaña a los niños cuando se separan de sus padres. Así, a veces sustituyen al chupete durante un tiempo (¿a qué conejo de peluche no le han chupado las orejas alguna vez?), y a veces el chupete se convierte en un consolador, y los bebés utilizan la tetina para frotarse la nariz y tranquilizarse.
Nuestros consejos para controlar la necesidad de mamar de tu bebé
Los médicos y pediatras recomiendan que los muñecos sólo se utilicen cuando los niños duermen (por la noche y durante las siestas). Pero la mayoría de los niños también los buscan cuando están cansados, enfermos o se han hecho daño. En resumen, cuando su necesidad de consuelo es mayor. También hay bebés que necesitan mamar "todo el tiempo" y bebés que sólo se duermen al pecho. Sin embargo, hay ciertos hábitos que conviene evitar:
- dar el chupete en lugar de (o durante) las comidas,
- moja la piruleta en mermelada, miel o azúcar para hacerla más apetitosa,
- dejar el maniquí disponible sin límite.
Sin embargo, en las primeras semanas e incluso durante los primeros meses, no te sientas culpable por darle el pecho, el chupete o el dedito. Si, aparte de las comidas, pide de comer, es porque lo necesita para tranquilizarse, calmarse, tranquilizarse o dormirse. Poco a poco, a medida que crezca, llegará a regular su alimentación como un adulto.
Maniquíes y lactancia: ¿un dúo a evitar?
Las opiniones difieren sobre este punto. Aunque algunos médicos recomiendan no utilizar el chupete junto con la lactancia materna para evitar cualquier riesgo de confusión, diversos estudios demuestran que, en los bebés sanos a término, laintroducción del chupete no tiene ninguna repercusión particular.
Sin embargo, la recomendación general en Estados Unidos, y también en Dinamarca, es que los chupetes sólo se ofrezcan una vez que la lactancia materna esté bien establecida.
Chupetes fisiológicos: ¿cómo elegir un chupete para tu bebé?

Dado que, una vez adoptado, un chupete es difícil de cambiar, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a elegir el adecuado.
- Por comodidad y ergonomía, elige un chupete adaptado a la edad de tu hijo, que cambiarás en cada etapa (del nacimiento a los 2 meses, de los 2 meses a los 6 meses, de los 6 meses en adelante...).
- Opta por un chupete fisiológico extraflexible diseñado para adaptarse al paladar y respetar la posición correcta de los dientes cuando empiezan a crecer.
- El chupete siempre debe permitir que el bebé cierre la boca.
- También debes comprobar la composición de la tetina y el pezón y elegir los materiales más sanos. Por ejemplo, silicona médica o caucho natural.
- Por último, la forma del escudo también es importante para evitar cualquier presión sobre la boca y permitir que la piel, que a menudo está húmeda de babas en esta zona, respire.
- Por supuesto, también es una buena idea elegir el chupete de tu bebé en función de su diseño exclusivo.
¿Lo sabías? Al igual que ya no se recomienda esterilizar los biberones cada vez que se utilizan, tampoco se recomienda esterilizar los chupetes. Lávalos, sí, enjuágalos también, pero basta con una buena higiene para que el sistema inmunitario de tu hijo se desarrolle. Al mismo tiempo, recuerda no dejar los chupetes al sol, congelarlos ni meterlos en el lavavajillas para evitar que se estropeen las tetinas.
Problemas de succión: ¿cómo reconocerlos?
El reflejo de succión permite a tu bebé alimentarse del pecho o del biberón. Sin embargo, algunos problemas pueden complicarle la vida a tu bebé, y también a ti. A continuación te explicamos cómo reconocerlos.
Las tomas son más largas, complicadas, a veces anárquicas y, sobre todo, insatisfactorias tanto para ti como para tu bebé. Síntomas como el rechazo del biberón o del pecho, las pérdidas de leche, las rutas falsas, el reflujo gastroesofágico o el aumento de la agitación a la hora de comer pueden alertarte del problema.
Si está en periodo de lactancia, puede experimentar dolor en los senos, grietas o congestión mamaria importante.
Consultar a tu pediatra puede ayudarte a identificar la causa de este problema de succión (mecánica, funcional o sensorial) y a encontrar su origen en una atadura lingual demasiado corta, una mandíbula estrecha o la prematuridad de tu bebé.
¿Cuándo debo dejar de usar el pulgar o el chupete?
Lo ideal es que los profesionales de la salud recomienden dejar de utilizar el chupete entre los dos y los tres años, para preservar el sano desarrollo bucodental de los niños. En general, el inicio de la guardería coincide con una pérdida gradual de interés por el chupete. No obstante, si notas que a tu hijo le cuesta dar este gran paso, no dudes en elogiarle, decirle que los mayores no tienen chupete e instalar en casa una cajita para chupetes donde pueda guardarlos a buen recaudo.
llamada a la acción-recogida
En conclusión
- El reflejo de succión está presente desde el nacimiento. Con el paso de los meses, se convierte en una necesidad de succión que el bebé utiliza para calmarse y tranquilizarse.
- La succión permite al niño alimentarse, estimular la lactancia si es amamantado, calmarse o dormirse.
- Para elegir el chupete adecuado para tu bebé, ten en cuenta su tamaño, su forma y los materiales con los que está fabricado.
- Los problemas de succión, cuando existen, pueden manifestarse como rechazo del pecho o del biberón, llanto, falsas rutas o aparición de ERGE en el bebé.
- No existe una edad en la que un niño pueda dejar de chuparse el dedo o el chupete. Todos los padres deben apoyar a sus hijos en este proceso, evitando sobrepasar los 3 años.