CONTENIDO :
- Comer mojado
- Beber sin contar
- 7 consejos para aliviar las piernas hinchadas
- Cuidado con el sol de verano, incluso al final del día
- Con el calor, opta por ropa fresca y ligera
- Durante el embarazo, duerme la siesta mientras puedas
El calor no es cómodo para nadie. Tanto los adultos como los niños sufren sudoración y altas temperaturas, o incluso quemaduras solares. El embarazo también contribuye a elevar la temperatura corporal. Si a esto le añadimos las molestias habituales de este periodo, como pesadez de piernas y trastornos del sueño, puede ser una época realmente complicada. Así que ahora parece un buen momento para compartir algunos consejos sobre cómo sobrellevar el calor estando embarazada.
Comer mojado
Sandía, uvas, melón, peras jugosas, pepino o tomate, el verano es la mejor época para disfrutar de frutas y verduras repletas de agua y vitaminas. Buenas para la salud, buenas para el bebé y frescas, aportan parte de la hidratación necesaria en verano, requieren poca preparación y son fáciles de digerir.
Ahora es el momento de idear tus mejores recetas para sentirse bien, bonitas ensaladas de verduras crudas, productos frescos para untar (pan fresco, queso fresco, pepino fresco) y coloridos cuencos de verduras.
No olvides lavar bien las verduras antes de prepararlas, sobre todo si no eres inmune a la toxoplasmosis.
Beber sin contar

Como te habrá dicho una y otra vez tu médico, lo ideal durante el embarazo es beber 1,5 litros de agua al día. Cuando haga calor o durante una ola de calor, no dudes en beber aún más.
¿El secreto para evitar sentirse "atiborrado"? Ten una botella de agua a mano y bebe pequeñas cantidades todo el tiempo. Un sorbo aquí, un sorbo allá, no verás pasar las botellas.
Las aguas con sabores naturales también pueden ayudarte a beber más a menudo. Hojas de menta, rodajas de limón y naranja, kiwi o piña, todo es posible. Incluso puedes combinar los placeres. Piensa, por ejemplo, en prepararte una botella de "Agua Detox" cada mañana, con frambuesas y lima, melocotones y moras o naranjas y albahaca.
Pero las embarazadas también necesitan orinar más a menudo. Esto se debe a la presión que ejerce el útero sobre la vejiga y al aumento del flujo sanguíneo. Para evitar pasarte las noches orinando, bebe más durante el día y un poco menos por la noche, pero no bebas menos. Además de manteneros hidratados a ti y a tu bebé, el agua previene el riesgo de estreñimiento e infecciones urinarias.
Mientras esperas a que nazca tu bebé, anticípate a sus necesidades con el set de biberón Élhée y el vaso entrenador antifugas Bubble. Para que él también esté bien hidratado todo el verano.
7 consejos para aliviar las piernas hinchadas
Una de las molestias clásicas del embarazo, las piernas y los pies hinchados pueden ser dolorosos. Aunque estar de pie o sentada mucho tiempo puede ser la causa, el calor sólo empeora el fenómeno de las "piernas pesadas".
Para sentirte mejor, camina -descalzo es aún mejor- , muévete, nada y pasa las piernas bajo el agua fría siempre que puedas. El tradicional baño de pies en una palangana con agua fría también sirve. Una vez tumbada, acuérdate de elevar las piernas (basta con meter una almohada debajo del colchón).
Para apoyar tus esfuerzos, existen cremas y geles para meter en la nevera antes de aplicarlos en las zonas doloridas. No olvides comprobar que no están contraindicados durante el embarazo.
Todos estos pequeños consejos pueden acompañarse de unas tazas de té de vid roja, famoso por su eficaz acción circulatoria.
Sin embargo, el remedio más eficaz, aunque no muy glamuroso, sigue siendo las medias de compresión. Pide a tu médico o matrona que te las recete. No te convertirán en la chica más guapa de un baile, pero sí en la más ligera cuando estés en movimiento.
Cuidado con el sol de verano, incluso al final del día

Las embarazadas que toman el sol suelen llevar mascarillas de embarazo en la cara. Aunque temporal, esta hiperpigmentación de la piel puede durar varios meses después del parto.
Para evitar su aparición, la crema solar de factor 50 es tu mejor aliada. También puedes llevar un sombrero muy grande, que tiene la ventaja añadida de ser elegante, o permanecer a la sombra durante el día (sobre todo entre las 10 y las 18 horas).
Con el calor, opta por ropa fresca y ligera
Para aprovechar al máximo el calor durante el embarazo, sobre todo en el segundo y tercer trimestre, adapta tu vestuario apostando únicamente por la comodidad de materiales naturales como el algodón o el lino, que permiten que la piel respire y reducen la transpiración.
En cuanto al corte, el vestido imperio es muy femenino, el vestidito premamá es imprescindible, mientras que los shorts para embarazadas, acompañados de una camiseta de tirantes, son realmente prácticos.
Durante el embarazo, duerme la siesta mientras puedas
Cuando hace calor, te sientes mucho más cansada, incluso con poca actividad. Cuando estás embarazada, tienes que escuchar las señales que te envía tu cuerpo. Si se te cierran los ojos, si bostezas o simplemente si te apetece tumbarte, no lo dudes.
En la calma y al fresco, al abrigo de los muros de la casa, con todas las contraventanas cerradas o bajo la corriente del ventilador, busca la posición adecuada para dormir y abandónate a los brazos de Morfeo. Durante esta siesta, aparca o delega cualquier tarea que no esté directamente relacionada con tu bienestar.
A diario, permítete helados y zumos de fruta fresca, baños y duchas calientes al mediodía, y no dudes en pedir un masaje de espalda o de pies. Estás embarazada, llevas vida. Te mereces toda la atención posible y, sobre todo, poder cuidarte (los dos) todo lo que quieras.