Elegiste amamantar a tu bebé, pero no necesariamente al pecho. Desde entonces, has aprendido todo lo que necesitas saber sobre el almacenamiento y el transporte de la leche extraída, pero aún te falta algo de información. En concreto, cómo calentar la leche materna sin que se estropee.
CONTENIDO :
- ¿Por qué la temperatura de la leche materna es crucial para el bebé?
- Un recordatorio rápido para calentar la leche materna de forma segura
- 2 métodos seguros para calentar la leche infantil
- Ahorrar tiempo cada día: el arte de establecer una rutina lechera
¿Por qué la temperatura de la leche materna es crucial para el bebé?
Cuando amamantas a tu bebé, la leche no está fría ni a temperatura ambiente, sino a 37 °C, la misma temperatura que tu propio cuerpo. Esta es la temperatura ideal no solo para la comodidad de tu bebé, sino también para la calidad de la leche.
¿Sabías que...? La leche materna se recomienda a todos los lactantes hasta los 6 meses de edad porque contiene elementos nutritivos esenciales. Elementos que pueden degradarse por un calentamiento excesivo, demasiado rápido o desordenado.
Las inmunoglobulinas, en particular la IgA secretora, son la primera línea de defensa inmunitaria de los bebés, pero empiezan a descomponerse por encima de los 40°C. Las lipasas, enzimas que facilitan la digestión, también son vulnerables al calor. Las investigaciones también han demostrado que,por encima de 60 °C, la actividad inmunológica de la leche puede reducirse hasta un 30%.
👌Calentar la leche a 37°C preserva su calidad y todos sus beneficios.
Los riesgos de la leche servida demasiado caliente
Además de perder parte de sus nutrientes, la leche sobrecalentada puede presentar "puntos calientes " que pueden resultar abrasadores, aunque el biberón se sienta tibio en la mano.
Para evitar este problema, échate siempre unas gotas de leche en la parte interior de la muñeca. La piel es lo bastante fina como para sentir el calor real de la leche y asegurarte de que es segura.
Un recordatorio rápido para calentar la leche materna de forma segura
Para asegurarte de que tu leche sea nutritiva y esté siempre a la temperatura adecuada, ten en cuenta estas sencillas pautas, sea cual sea la hora del día y el equipo que utilices.
Situación | Para hacer | Qué evitar |
---|---|---|
Temperatura ideal de la leche | 37 °C |
Por encima de 40°C (pérdida de enzimas e inmunoglobulinas + riesgo de quemaduras) |
Prueba de calor | Echar unas gotas en la muñeca | No compruebe, juzgue con la mano ni toque el exterior de la botella |
Leche fría | Se puede recalentar, pero sólo una vez | Nunca caliente la leche dos veces |
Leche congelada | Descongelación lenta (frigorífico la víspera o al baño maría) | Prohibido microondas |
Almacenamiento en frigorífico | Hasta 4 días a 4°C | Dejar la leche en la nevera sin tener cuidado |
Almacenamiento en congelador | Hasta 3 meses a -18°C (12 meses a -20°C) |
Enfriamiento/calentamiento sucesivos (debido a una mala ubicación, por ejemplo) |
Leche caliente no consumida | Desechar después de 2 horas en la botella a temperatura ambiente | No volver a congelar ni guardar para más tarde |
Recipiente para almacenar leche | Bolsas de almacenamiento, pequeños tarros de cristal o biberones y recipientes de plástico sin BPA (como los biberones de silicona médica Elhée) | Envases de plástico no estériles, no herméticos o cuestionables |
🩷 Consejo: si tu leche tiende a adquirir un sabor jabonoso tras la congelación (exceso de lipasa), puedes calentarla brevemente a 60 °C antes de congelarla para neutralizar la enzima.
2 métodos seguros para calentar la leche infantil
Los años de práctica de la maternidad han permitido a las mamás encontrar distintas formas de calentar suavemente la leche materna y la de fórmula, tanto en casa como fuera de ella.
Baños de agua: suaves y eficaces
El baño maría es uno de los métodos más antiguos y utilizados para calentar la leche materna conservando sus propiedades. Consiste en colocar el recipiente de la leche (biberón o bolsa de almacenamiento sellada) en un recipiente con agua caliente que no llegue a hervir.
Instrucciones de uso :
- Calentar agua en un cazo.
- Verter en un cuenco o recipiente hondo.
- Sumerge el biberón o la bolsita de leche materna durante unos minutos.
- Agitar suavemente para homogeneizar.
- Compruebe cada vez la temperatura de la leche.
👉 Un método lento pero seguro, perfecto para el hogar.
El calientabiberones: el grado ideal de leche

Un calientabiberones es una solución práctica y segura. Algunos modelos son incluso portátiles, para que puedas disfrutar de una comida caliente y láctea estés donde estés.
Modo de empleo :
- Elige un calientabiberones con un termostato preciso.
- Elige un modelo con desconexión automática para evitar el riesgo de sobrecalentamiento.
- Limpie el aparato con regularidad, sobre todo si utiliza agua del grifo, para evitar la acumulación de cal y prolongar su vida útil.
- Siga las recomendaciones del fabricante y compruebe siempre la temperatura final.
👉 Es un excelente compromiso entre velocidad y seguridad, especialmente para un uso frecuente.
Zoom sobre el calientabiberones móvil TooGo by Élhée
Auténtico concentrado de tecnología, este inestimable aliado de los padres que buscan practicidad y tranquilidad en su día a día ha sido diseñado para responder a las necesidades de las familias modernas. En pocos minutos, de forma segura y sin electricidad, calienta la leche materna o de fórmula en casa, de viaje o de excursión.
- Temperatura suave y uniforme: gracias a su precisión, TooGo calienta la leche (o el agua) de manera uniforme para evitar puntos calientes y preservar sus nutrientes esenciales. Incluso puedes pedirle que caliente exactamente a 37°C.
- Diseño compacto y elegante : su tamaño portátil (sólo 390 g) y el aspecto estilizado y curvilíneo tan característico de los productos Élhée lo convierten en un accesorio práctico y elegante que podrá llevar consigo.
- Fácil de usar: basta con conectarlo a una toma USB-C para recargarlo y, a continuación, enroscarlo en el biberón Élhée para calentarlo.
- Gran autonomía : la TooGo te mantiene caliente hasta 12 horas.
- Diseñado para extractores de leche: TooGo incluye un anillo adaptador compatible con todos los BibRonds Élhée y extractores de leche Avent, Spectra (S1) y Ardo, para que pueda extraer la leche directamente en el biberón, guardarla y calentarla fácilmente.
Agua caliente del grifo: para casos de emergencia
Si tienes poco tiempo y no tienes a mano un calienta biberones o un baño maría, el agua caliente del grifo puede ayudarte ocasionalmente. Es tan sencillo como pasarla por la botella llena y cerrada.
Para recordar:
- Utiliza un chorro de agua caliente y haz girar la botella por debajo, o coloca la botella en un recipiente grande con agua caliente durante unos minutos.
- El agua rara vez supera los 55 °C, una temperatura que a veces es insuficiente para una transferencia de calor eficaz.
- Sólo funciona si la leche está fría, no congelada, y el agua del grifo está bien caliente.
- No es una técnica muy rápida ni segura.
👉 Sencillo y sin equipamiento, este método puede ser útil cuando se viaja o en caso de emergencia, pero no garantiza su eficacia.
De antemano, almacena tu leche materna adecuadamente para preservar su calidad

En primer lugar, la elección de los recipientes desempeña un papel fundamental en la conservación. Los biberones Elhée son una excelente opción. Diseñados para preservar las cualidades de la leche gracias a su material seguro y práctico, la silicona médica flexible, resisten muy bien la congelación. También puedes utilizar bolsas de conservación especialmente reservadas para la leche materna, o pequeños tarros de cristal o plástico (sin BPA) con un cierre perfectamente hermético.
Luego está el almacenamiento. En el frigorífico o el congelador, requiere una organización meticulosa. Las etiquetas en los envases (fecha y hora de expresión) garantizan una buena rotación y una gestión eficaz de las existencias.
🧊 Es más, asegúrate de que tu congelador se mantiene muy por debajo de -18°C para conservar todas las propiedades de la leche.
Por último, al descongelar la leche materna, procede siempre lentamente para evitar desnaturalizarla. Del congelador a la nevera la víspera, o al baño maría el mismo día.
Ahorrar tiempo cada día: el arte de establecer una rutina lechera
Si te anticipas a las necesidades de tu bebé, podrás gestionar mejor sus comidas. Hay muchos consejos que te ayudarán a organizarte.
Pero la clave del éxito de una rutina es la sencillez. Por ejemplo, puedes reservar un espacio de tiempo para preparar los biberones y un lugar específico en la cocina para guardarlos. También puedes organizar el frigorífico o el congelador para tener fácil acceso a los recipientes.
Kit de emergencia: lo esencial que hay que tener a mano
Para un biberón extra, un biberón de última hora o para sustituir un biberón que ha fallado, asegúrate de tener siempre algunos elementos esenciales en una bolsa lista para llevar: biberones limpios, una bolsa isotérmica para mantener la leche a la temperatura adecuada y, por supuesto, un calientabiberones móvil (además de la leche extraída con antelación y almacenada). Todo lo que necesitas para responder rápidamente a las necesidades del bebé.
💡Tip: prepara una lista de comprobación universal para que nunca se te olvide nada.
Salir con el bebé: ¿cómo gestionar la alimentación con biberón?
Una vez más, todo es cuestión de organización. Si tu leche es fresca, sácatela justo antes de salir de viaje, transpórtala en una nevera blanda con bolsas de hielo y consúmela en las 4 horas siguientes a sacarla de la nevera.
Para la leche congelada, déjela descongelar lentamente en la nevera, asegurándose de que está y se mantiene fría. Una vez líquida, puede conservarse (aún en lugar fresco) durante 24 horas.
En la guardería o en casa de la niñera, establece una rutina tranquila. La leche materna debe llevarse a la guardería en un recipiente estéril y bien etiquetado (nombre, fecha, hora de extracción), y guardarse en el frigorífico en cuanto llegue. A continuación, debe calentarse suavemente antes de dársela al bebé.
¿Cómo se sabe cuándo se ha acabado la leche?
La leche materna es preciosa, pero también frágil. Así que, al igual que harías con tu biberón de leche, obsérvala y huélela antes de cada toma. Si está bien conservada, tiene un olor suave, ligeramente dulce, a veces un poco "jabonoso". En cambio, si huele agrio, rancio o simplemente desagradable, es mejor no utilizarla.
Tenga en cuenta que, visualmente, la separación en capas es natural: basta con agitar suavemente la leche para homogeneizarla. Pero si no se mezcla, si tiene grumos o cristales inusuales, tenga cuidado y utilice otro lote en su lugar.
🩷 Confía en ti misma: si algo te molesta, tira la leche sin sentirte culpable y prepara otro biberón, así podrás alimentar a tu bebé con total tranquilidad.
llamada a la acción-botellas
Preguntas frecuentes de los padres
Leche separada en los pañales: ¿normal o no?
Sí, es completamente normal. La leche materna se separa de forma natural en capas, y la grasa sube a la superficie. Antes de dársela a tu bebé, lo único que tienes que hacer es agitar el biberón para mezclarla y asegurarte de que está bien mezclada.
¿Puedo volver a congelar la leche descongelada?
No, no es aconsejable volver a congelar la leche materna una vez descongelada. Se rompería la cadena de frío y se correría el riesgo de dañar la leche al favorecer la proliferación de bacterias. Si la leche se ha descongelado y no se utiliza en 24 horas, tírela.
¿Se puede calentar la leche dos veces?
Es más seguro evitarla. Cada vez que se calienta, la leche pierde calidad nutricional. Además, el calentamiento múltiple aumenta el riesgo de proliferación bacteriana. Si tu bebé no se termina el biberón, tira el resto.
Del pecho al biberón: ¿cómo facilitar la transición?
Para facilitar la transición del pecho al biberón, tómate tu tiempo y elige un momento en el que el bebé esté relajado. Opta por un biberón con una tetina que imite lo más posible la forma del pecho, para que tu bebé pueda pasar fácilmente de uno a otro, sin riesgo de confundir pecho y tetina.
Exceso de lipasa: ¿cómo adaptarse?
El exceso de lipasa puede dar a la leche un sabor "jabonoso". El bebé puede negarse a beber o terminarse el biberón. En este caso, calienta brevemente la leche a 60 °C antes de congelarla. Esto neutralizará la enzima y dejará un sabor más suave.