Si estás embarazada, es posible que ya sientas el "cerebro de mamá", pero no acabes de identificarlo. En los últimos años, el término se ha hecho cada vez más popular, apareciendo en numerosas publicaciones científicas y artículos de la prensa femenina. Mommy brain, mamnesia (amnesia maternal), baby brain o brain fog - las expresiones pueden variar, pero el fenómeno sigue siendo el mismo: una sensación de niebla permanente que lleva a las futuras y nuevas madres a olvidar cosas. Se trata de un efecto del embarazo que se prolonga en el posparto, y te invitamos a explorarlo juntos en este artículo.
- Cerebro de mamá o de bebé, ¡todo está en el cerebro!
- El cerebro de mamá, ¿el superpoder de ser madre?
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Cerebro de mamá o de bebé, ¡todo está en el cerebro!
En 1956, el pediatra y psicoanalista británico responsable de los conceptos deobjetos y espacios transicionales, Donald Winnicott, identificó lo que entonces denominó "preocupación materna primaria". Según sus investigaciones, este estado mental exclusivamente femenino podría estar en el origen de la "niebla" y la lentitud que experimentan las madres primerizas.
Hoy en día, el "cerebro de mamá " se refiere más bien al periodo pre y postnatal, durante el cual las madres jóvenes pueden tener dificultades para concentrarse, sentir que están constantemente despistadas y olvidar cosas con frecuencia. Citas, palabras, nombres, llaves, gafas... todo se pierde. Las madres que experimentan esta niebla cerebral la describen como una niebla permanente en la que tienen dificultades para organizar su día y sus ideas. Pero en la práctica, ¿qué sabemos de esta confusión?
Jodi Pawluski, neurocientífica canadiense y autora del libro "Les supers pouvoirs du mommy brain ", publicado en 2022 por Larousse, introduce nuevos sentimientos maternales como un cerebro que gira a cámara lenta o la sensación de haber dado a luz a un bebé literalmente capaz de succionarte las neuronas hasta dejarlas secas. 😯
El embarazo modifica la estructura del cerebro

El neurocientífico, que también es investigador en la Universidad de Rennes, afirma que el 80% de las mujeres experimentan esta "mamnesia " en diversos grados. Y con razón: aunque los mecanismos del cerebro de mamá siguen siendo más o menos oscuros, una cosa es cierta: la propia estructura del cerebro femenino cambia, y lo hace desde los primeros meses de embarazo. Es lo que se conoce como neuroplasticidad perinatal.
Mediante resonancia magnética (RM), los investigadores observaron un aumento de la conectividad funcional neuronal en la materia gris durante el embarazo. Sin embargo, este aumento de la actividad va acompañado de una reducción del volumen de materia gris en distintas regiones del córtex y de un cambio en la organización de las redes neuronales. Sin embargo, el Dr. Pawluski no habla de una "pérdida", sino más bien de una especie de "reorganización" para crear un nuevo foco de atención, casi totalmente centrado en el bebé. Una reorganización que podría ser duradera (al menos dos años después del parto) e incluso permanente. Otros estudios también han sugerido un vínculo entre los cambios en la estructura del cerebro materno y la relación madre-hijo.
Las imágenes han demostrado, por ejemplo, que durante el embarazo los lóbulos parietal (vinculado a la empatía) y temporal (dedicados a la percepción auditiva, los componentes receptivos del lenguaje y las emociones, entre otras cosas) ocupan más espacio.
La neurociencia nos ayudará a comprender mejor
Así que parece que el cerebro femenino está realizando una auténtica transición hacia la maternidad, preparándose para ayudarte a domar la paternidad.
Al menos, eso es en parte lo que cuentan Lucie Joly, psiquiatra responsable de psiquiatría perinatal de adultos en los hospitales Saint-Antoine, Pitié-Salpêtrière, Tenon y Trousseau de París, y Hugo Bottemanne, también psiquiatra en el hospital Pitié-Salpêtrière e investigador en la Universidad de la Sorbona y el Institut du Cerveau, en su libro conjunto "Dans le cerveau des mamans ", publicado en 2023 por Éditions du Rocher.
¿Su especialidad? La neurociencia perinatal (donde convergen la biología y la psicología) y el estudio del cerebro de las madres y sus bebés. Los dos científicos confirman que, efectivamente, el cerebro femenino es capaz de evolucionar desde las primeras semanas de embarazo y mucho después.
Partiendo de la hipótesis de que estos cambios cerebrales acompañan al desarrollo del apego madre-hijo, también sugieren una posible relación con ciertas dificultades emocionales asociadas al embarazo, como la tristeza posparto o la depresión posparto.
El cerebro de momia se explica en parte por la producción de hormonas capaces de ralentizar la renovación de las neuronas, sobre todo en el hipocampo, donde se encuentra la memoria. Hormonas que también son responsables de la tormenta emocional del posparto y de la depresión que lo acompaña para el 20% de las madres jóvenes.
¿Cuánto dura la niebla cerebral de mamá?
La pérdida de memoria, los olvidos y la confusión pueden empezar ya en el primer trimestre del embarazo y alcanzar su punto álgido en el tercero, antes de desaparecer definitivamente en los meses siguientes al parto. Sin embargo, los efectos del "mommy brain" pueden prolongarse mucho más, hasta dos años o más después del nacimiento del bebé.
El cerebro de mamá, ¿el superpoder de ser madre?

Pero entonces, ¿la "mamnesia" sólo tendría desventajas? Es la naturaleza la que se encarga de que las futuras y recientes mamás naveguen en un mar de dudas y preguntas? No exclusivamente 😉
Para Jodi Pawluski, el cerebro de mamá tiene toda la pinta de ser un superpoder maternal, centrado en la reestructuración parcial del cerebro con vistas a nuevos aprendizajes y una atención total al feto y sus necesidades.
Si ciertas áreas del cerebro femenino están alteradas, como el área de la comunicación, es para desarrollar mejor otras, como el área de la empatía y las emociones, que ayuda a las madres a "captar" mejor las señales no verbales de sus hijos.
Así pues, el cerebro de mamá, por confuso que sea, es un síntoma de la matrescencia, de sus trastornos y de todas las dificultades que engendra. Y como todo poder implica concesiones, no hay que olvidar el cansancio, el agotamiento maternal en algunos casos, que se suma a la confusión sentida y a su efecto nebuloso.
Sin embargo, como cualquier síntoma, la niebla cerebral tiene sus remedios tranquilizadores. Si desde que nació tu bebé te sientes agobiada o desorientada, recuerda que es normal y que hay algunas cosas que puedes hacer para facilitarte el día a día.
5 consejos útiles para aprovechar al máximo tu cerebro de mamá
Hay muchos caminos para llegar al cerebro de mamá, pero hay otras tantas formas de aliviarlo. Combinándolas, puedes recuperar cierto equilibrio o, al menos, comprender mejor por lo que estás pasando.
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Establecer una rutina aún más habitual te ayudará a orientarte y a olvidarte menos. Después del parto, centra tu organización en tu bebé (¿qué otra cosa podrías hacer?) y anota todo lo útil en un diario. Es tedioso, pero al menos durante un tiempo tendrás un horario al que recurrir. En casa, ¡escribe listas!
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Otra buena idea para orientarte mejor es pedir ayuda externa. Pide a tus padres que te acompañen durante unas semanas o recurre a la ayuda de una doula. Estos asistentes son especialmente valiosos para las madres y sus bebés.
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La dieta es otra forma de ayudarte a recuperarte. Coma pescado azul como salmón, atún, arenque, sardinas o anchoas, que son ricos en omega 3 y DHA, el principal ácido graso que se encuentra en la materia gris del cerebro. Los estudios han demostrado que el DHA preserva la capacidad de aprendizaje y la memoria.
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Como en todas las etapas del embarazo (y, de hecho, durante toda la vida), el descanso cura muchos males. Aunque ciertamente no es la clave de todo, relájate, medita, practica terapias de relajación, hipnosis o autohipnosis, y duerme todo lo que quieras antes del parto y tan pronto como puedas después. Pasar el testigo a tu padre o a tus padres también es una buena forma de volver a centrarte y encontrar de nuevo la palabra.
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Entrenar el cerebro es útil a cualquier edad. Si tienes problemas de memoria (y si tienes tiempo), prueba con crucigramas, crucigramas de flechas, rompecabezas o sudokus para ejercitar tu materia gris.
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