La composición de tu leche materna es única y cambia en función de las necesidades de tu hijo. Pero ¿sabías que la leche materna es valiosa en muchos otros aspectos? Antiséptica, cicatrizante y regeneradora, puede utilizarse en cosmética, para pequeñas heridas cotidianas e incluso para aliviar la dermatitis del pañal. Para que no se te escape ni una gota, vamos a descubrir juntos las múltiples aplicaciones del oro blanco materno.
La leche materna, una composición excepcional
La leche materna es una creación biológica única, especialmente adaptada para satisfacer las necesidades nutricionales e inmunológicas de los lactantes a lo largo de sus primeros meses de vida. Mágicamente, su composición cambia a lo largo de las semanas (y las tomas) para ajustarse al crecimiento y desarrollo del bebé.
Inicialmente calostro, rico en proteínas y anticuerpos, en los primeros días posparto, se convierte en leche de transición y luego en leche madura, unas dos semanas después del parto. Entonces alcanza una composición estable, adaptada al crecimiento continuo del bebé.
Sus nutrientes y su papel en el crecimiento del bebé
- Principalmente en forma de lactosa, los hidratos de carbono son una fuente esencial de energía que favorece el desarrollo del cerebro.
- Los lípidos, que representan alrededor del 4% del peso total de la leche materna, son beneficiosos para el sistema nervioso y necesarios para laabsorción de las vitaminas liposolubles. Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, como el DHA (ácido docosahexaenoico), desempeñan un papel crucial en el desarrollo del cerebro y la retina.
- Las proteínas, principalmente el suero y la caseína, favorecen el crecimiento muscular de los lactantes.
- Por último, la leche materna aporta micronutrientes esenciales-vitaminas A, D, E y K y los minerales calcio y hierro- que tu hijo necesita para gozar de buena salud.
Componentes bioactivos: anticuerpos, probióticos y células madre
Además de sus numerosos nutrientes, la leche materna es rica en componentes bioactivos, moléculas de origen natural beneficiosas para la salud humana y, por tanto, para el bienestar del lactante.
Anticuerpos, inmunoglobulinas (IgA), protegen al bebé contra las infecciones. Probióticos, bacterias beneficiosas para el intestino, favorecen una flora intestinal sana.
Por último, la leche materna contiene un gran número de células madre, conocidas como células indiferenciadas, capaces de transformarse en diversos tipos celulares y, por tanto, potencialmente capaces de desempeñar un papel en la regeneración y el desarrollo de los tejidos del lactante.
Más allá de la nutrición: usos terapéuticos sorprendentes
Reconocida universalmente por sus excepcionales cualidades nutricionales, la leche humana también posee sorprendentes propiedades medicinales que van más allá de sus beneficios nutricionales.
El calostro como primera vacuna natural
Gracias a los anticuerpos que contiene, el calostro refuerza el sistema inmunitario del recién nacido y le protege contra las primeras infecciones que pueda sufrir, ahora que ya no está protegido en el vientre de su madre. Esta es una de las razones por las que también se le conoce como "oro líquido".
Leche materna contra las infecciones oculares benignas
Por sus propiedades antibacterianas, la leche materna puede utilizarse para aliviar ciertas infecciones oculares leves, como la conjuntivitis, frecuente en los niños. Para probarlo, lávate bien las manos y llena una pipeta limpia con unas gotas de leche para instilártelas en el rabillo del ojo 3 ó 4 veces al día. También puedes empapar una compresa estéril y pasársela por los ojos al bebé.
Aplicaciones terapéuticas, digestivas y respiratorias
La leche materna es rica en inmunoglobulinas, que protegen la mucosa intestinal y respiratoria del lactante. También contiene probióticos naturales para una microbiota sana y menos infecciones gastrointestinales y cólicos. Además, las citoquinas y las SPM (moléculas mediadoras pro-resolución especializadas) desempeñan un papel clave en la modulación de las respuestas inflamatorias e inmunitarias.
Aliviar heridas e irritaciones cutáneas
Antiséptica y cicatrizante, la leche materna también puede utilizarse para curar pequeñas heridas superficiales y ciertas irritaciones de la piel. Algunos ejemplos son los pequeños arañazos, la dermatitis leve del pañal o las rodillas rojas de los primeros gateos.
La leche materna en la cosmética y el cuidado natural de la piel
¿Sabías que? Rica en nutrientes y agentes antimicrobianos, la leche materna ofrece una alternativa suave para nutrir, hidratar, calmar y regenerar la piel de forma natural.
Cuidar la piel del bebé: eccemas, dermatitis del pañal y costra láctea
Para el eccema, masajea suavemente una pequeña cantidad de leche sobre las manchas hasta que penetre. Esto ayudará a reducir la sequedad de la piel sensibilizada. Para la dermatitis del pañal leve, basta con hidratar con leche el culito del bebé durante el cambio de pañal. La misma operación puede repetirse en el cuero cabelludo para eliminar la costra láctea y alrededor del cordón umbilical para ayudar a su cicatrización.
En cosmética materna, para calmar
Puedes incorporar un poco de leche materna a varios productos para el cuidado de la piel, como tu crema de día para combatir el acné o tu loción hidratante para reducir las estrías. También puedes utilizarla directamente como desmaquillante con un disco de algodón, o como agente hidratante para calmar pequeñas inflamaciones y favorecer la cicatrización, sobre todo en los pezones en caso de grietas o agrietamientos.
Hacer jabón con leche materna
La leche materna es rica en anticuerpos, lípidos y proteínas, por lo que es ideal para nutrir la piel. ¿Por qué no pruebas a hacer tu propio jabón en casa? Sostenible, ecológico y bueno para toda la familia, este DIY es además muy fácil de hacer.
- Mezclar 100 ml de leche materna con 100 g de virutas de jabón de Marsella.
- Añadir 2 cucharadas de aceite de coco.
- Derretir la mezcla a fuego lento o al baño maría.
- Verter en moldes de silicona y dejar secar en el frigorífico entre 12 y 24 horas antes de desmoldar.
Ten en cuenta que un vaso de leche en el agua del baño suaviza la piel, y que tu producción de leche también puede mezclarse con el gel de ducha para mayor comodidad.
La leche materna, donde menos te lo esperas
Contra las alergias y las picaduras de insectos
Un estudio estadounidense ha identificado un microARN específico, miR-375-3p, cuya concentración aumenta progresivamente en la leche materna durante la lactancia. Los lactantes que consumen grandes cantidades de este microARN tienen un menor riesgo de desarrollar alergias, incluidoseccemas, alergias alimentarias yasma.
Los oligosacáridos de la leche materna (HMO) también resultan prometedores para prevenir las alergias.
Por último, en caso de picadura de insecto, sobre todo durante la temporada de mosquitos, prueba a aplicar gotas de leche (antiinflamatoria y antiséptica) directamente sobre el grano para reducir el picor y acelerar la curación.
Otorrinolaringología
Otitis, nariz tapada o dolor de garganta, antiinflamatoria y antibacteriana, la leche materna puede ayudar a reducir las molestias y el dolor, descongestionar o combatir infecciones leves.
🩺 S in embargo, a pesar de todos los beneficios y la naturalidad de la leche materna, es importante que consultes antes a tu médico o pediatra para que te aconseje y te dé el tratamiento más adecuado para la salud de tu bebé.
Utilización, conservación, congelación y descongelación de la leche materna
Como has leído, la leche materna puede utilizarse de muchas maneras, para el bebé, para ti, a diario e incluso en algunos casos especiales. Es un recurso precioso y efímero, por lo que es importante aprender a conservarla correctamente.
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¿Qué leche materna debo utilizar?
- Si la leche está a punto de caducar, utilízala para el cuidado de la piel (eccemas, dermatitis del pañal) o para hacer jabones caseros.
- Convierte la leche almacenada que el bebé ya no quiere en cosméticos, o utilízala para aliviar pequeñas irritaciones y picaduras.
- Guarde el exceso de producción de leche para utilizarla en el futuro, incluso después de haber dejado de amamantar.
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¿Cómo debe conservarse la leche materna?
- La leche materna puede conservarse en el frigorífico hasta 4 días a una temperatura de 4°C.
- Para conservarlo durante más tiempo, utilice bolsas o botellas aptas para la congelación. Etiquete cada recipiente con la fecha de expresión. La leche puede conservarse hasta 6 meses a -18°C e incluso 12 meses si se respeta estrictamente una temperatura de -20°C.
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¿Cómo se congela la leche materna?
- Utiliza preferentemente un recipiente de vidrio tintado, una bolsa de conservación especial o un biberón de silicona médica Elhée con cierre hermético.
- Prepare pequeñas dosis de unos 60 a 120 ml y deje un pequeño margen en la parte superior para permitir que la leche se expanda al congelarse.
- Coloca tus dosis de leche en el fondo de los recipientes, donde el frío es más estable, y lo más lejos posible de la puerta, para evitar variaciones de temperatura, incluso rápidas.
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¿Cómo se descongela la leche materna?
- Transfiera la leche del congelador al frigorífico durante unas 12 horas, o coloque el recipiente bajo un chorro de agua caliente para ahorrar tiempo.
- No utilice nunca el microondas, ya que podría alterar las propiedades de la leche.
- Una vez descongelada, consuma la leche antes de 24 horas y nunca vuelva a congelarla.
Sacaleches: una solución valiosa
Para continuar con la lactancia materna a pesar de la reincorporación al trabajo o para acumular rápidamente una reserva de leche.el el sacaleches es una solución valiosa. Le permite seguir amamantando incluso en su ausencia, con total tranquilidad.
En función de tus necesidades, puedes elegir un sacaleches manual o eléctrico que se adapte a tu ritmo y costumbres. La leche recogida puede guardarse en el frigorífico o el congelador para su uso posterior.
¿Lo sabías? Los biberones Élhée son 100% compatibles con los extractores de leche, en primer lugar porque la silicona médica con la que están fabricados se congela muy bien y, en segundo lugar, porque disponen de anillos adaptadores para su uso con determinados extractores de leche de Avent, Medela, Spectra y Ardo.
Donar leche: compartir tu tesoro con otros bebés
Dar tu leche es un acto generoso, solidario e infinitamente amable. Si eres suficientemente lactante, visita tu lactario más cercano para informarte de cómo puedes compartir tu leche con los recién nacidos más vulnerables: bebés prematuros, hospitalizados o cuyas madres no pueden amamantar.
Usted recoge su leche materna en la comodidad de su propio hogar, antes de que sea recogida y mezclada con leche de otras donantes, para garantizar una composición perfectamente equilibrada.
Después se pasteuriza y se distribuye a los hospitales y maternidades que lo solicitan, así como a las familias por prescripción médica. Un gesto amable de inestimable valor en los primeros momentos de la vida.
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