Como madre o padre de un niño pequeño, es posible que haya oído hablar del objeto transicional. Según los psiquiatras infantiles, se trata de un concepto sencillo pero no siempre claro para los padres. El objeto transicional acompaña al bebé en su descubrimiento del mundo exterior. Mitad muralla, mitad pilar, esta fuente incondicional de consuelo es especialmente útil cuando se siente la angustia de la separación. Símbolo de los primeros meses y de la relación padres-hijo, ¿no tiene aquí su legitimidad el biberón?
RESUMEN
- Redondo y flexible como el pecho materno, el BibRond, un vector emocional
- El objeto transicional de Winnicott, ¿de qué estamos hablando?
- La importancia del objeto transicional para su hijo
- El BibRond acompaña a tu bebé en su descubrimiento del mundo exterior
Redondo y flexible como el pecho materno, el Babero Redondo, un vector emocional
Uno de los primeros objetos que entran en el campo visual del bebé es el biberón. Objeto nutritivo desde el principio, el biberón es también uno de los primeros utensilios que se cogen con la mano. Así que tu bebé tiene motivos para adorarlo. Más aún si es redondo, flexible y suave como el pecho de mamá.
La botella botella es un objeto cargado de emoción . Es el que alivia el hambre, el que consuela, el que alivia el estrés y el que acerca al niño a sus padres. La conexión emocional que se establece entre el bebé y su biberón subraya la importancia de este objeto familiar en el desarrollo de la autonomía y la confianza en sí mismo.
El botella es también un poderoso símbolo del amor maternal . Piel con piel, ojo con ojo, la alimentación es un momento propicio para susurrar palabras, intercambiar sonrisas y caricias que hacen feliz al bebé. Por tanto, comprendemos fácilmente que el objeto se asocie a una oleada de emociones positivas.
Por eso Élhée imaginó su Babero Rond como una oda a la paternidad, a la maternidad y al amor maternal desinhibido. Dar el biberón sí, pero con ternura y con total salud. A partir de entonces, en un verdadero homenaje al pecho materno, el Babero Redondo se convierte en un vector de las más bellas emociones que el niño lleva consigo a todas partes .
llamada a la acción-recogida
El objeto transicional de Winnicott, ¿de qué estamos hablando?
Los conceptos de objetos transicionales y espacios transicionales fueron desarrollados por Donald Winnicott en la década de 1950. Pediatra y psicoanalista británico, escribió varias obras sobre el desarrollo del niño y su relación con la madre.
Según él, los inicios del objeto transicional aparecen cuando el bebé toma conciencia de los primeros objetos que le rodean, en torno a los 4 meses. Su papel se acentúa a los 8 meses, cuando el bebé se da cuenta de que es un ser independiente de su madre. Es el periodo de la ansiedad de separación. En ese momento, se crea la necesidad de un objeto transicional, como sustituto de la ausencia materna.
Por extensión, el espacio de transición incluye todos los momentos en los que el niño pequeño no está con sus padres o con su madre: en la guardería, con la cuidadora, en el colegio, etc.
La importancia del objeto transicional para su hijo
El objeto transicional es un verdadero punto de referencia para tu bebé. Le recuerda que estás cerca de él, aunque no lo estéis físicamente. Cargado de emociones, ayuda a salvar la distancia entre los momentos en que estáis juntos y los momentos en que estáis separados. Es un consuelo tangible en su vida cotidiana, algo así como un abrazo siempre a mano que le ayuda a esperar con más confianza. Además, si el peluche es un objeto de transición perfecto, el biberón también cumple todos los requisitos.
El Babero Redondo acompaña a tu bebé en su descubrimiento del mundo exterior
Dependiendo del niño, el objeto transicional puede adoptar distintas formas: una manta, un juguete, un edredón, una prenda de ropa o un objeto. Es como un trocito de ti que el bebé puede llevar a todas partes para sentirse seguro, sobre todo cuando estáis separados.
Un biberón emocional que recuerda al pecho y a la madre
Desde la redondez del vientre materno hasta la de su pecho, el niño que nace está rodeado de una suavidad convexa que hay que preservar. Por ello, Élhée ha imaginado un biberón completamente redondo, que se adapta perfectamente al mundo primario de los bebés. Fabricados en suave silicona médica, el diseño del Biberón Redondo y su chupete rinden homenaje a la lactancia materna y materializan en ellos todas las emociones positivas que la acompañan.
Un diseño flexible y suave, muy reconfortante
¿Qué niño no ha frotado nunca su peluche en la punta de la nariz para encontrar comodidad y suavidad? Gracias a su material único, el redondo Bib , redondo, flexible y suave como la piel de un melocotón, también ofrece este efecto calmante, muy útil y muy buscado, sobre todo cuando no estás.
Un biberón divertido y bonito
El objeto transicional también presenta una dimensión vinculada a la felicidad y la satisfacción. Cuando lo encuentra, el niño sonríe y lo abraza. Redondo y con un bonito gorro de colores, el Redondo Bib , un objeto emocional y reconfortante, es juguetón. Para rodar o apilar, es el primer biberón redondo de su generación.
Un biberón irrompible y eminentemente práctico
Por último, el Babero Redondo es irrompible. Ahora bien, ¿no es la característica de un objeto de transición que resista la prueba del tiempo? Objeto de transmisión entre hermanos (basta con sustituir la tetina del biberón ) el biberón lo resiste todo: tirado, aplastado, congelado e incluso metido en el microondas o en el lavavajillas, no teme a nada. Por eso, el bebé puede llevárselo de paseo, al arenero, a la guardería o a casa de los abuelos. Es el vínculo inquebrantable y tangible que le une a mamá y papá.
En resumen: descubre el biberón de peluche
¿Cuál es el papel del objeto transicional?
El objeto transicional se coloca como sustituto materno. Acompaña, tranquiliza y consuela al niño cuando sus padres no están a su lado; en la guardería o en el colegio, por ejemplo.
¿Cómo permite el objeto transicional la separación?
El objeto transicional permite a los bebés y niños pequeños representar a sus padres de forma simbólica. Crea un puente emocional entre la unidad familiar y el mundo exterior. Se trata de un espacio de transición.
¿Por qué algunos niños no tienen manta?
Porque vienen de hermanos que encuentran fuera, porque se benefician de una gran confianza interior o porque otro objeto, como el biberón, les sirve de objeto de transición, algunos niños no necesitan un consolador.