Este viernes, los derechos de la mujer están en el punto de mira. Allí donde celebrarlos es una oportunidad y allí donde sigue siendo útil defenderlos, asociaciones, celebridades y marcas se unen en un mismo mensaje de defensa y apoyo. Así, Élhée opta una vez más por propagar esta energía única a través de un tema delicado: el respeto de los derechos de la mujer, de su cuerpo y de su parto. Porque el respeto de los derechos de la mujer empieza por respetar su integridad, sus deseos y su consentimiento incluso en la maternidad, he aquí un artículo para poner las cosas en su sitio.
RESUMEN :
- Los derechos fundamentales de las mujeres y las embarazadas
- El cuerpo femenino: territorio sagrado
- Para un parto respetado y positivo: prepara y vive tu plan de parto
Los derechos fundamentales de las mujeres y las embarazadas

El derecho a una información clara y adecuada y el derecho al consentimiento libre e informado se añaden a textos jurídicos franceses como la Carta de la Persona Hospitalizada y el Código de Salud Pública , para garantizar la serenidad de las futuras madres en la sala de partos . Gracias a ellos, usted tiene el poder de decidir:
- el profesional médico que controla su embarazo (ginecólogo, obstetra, matrona o médico general, en consulta, clínica u hospital),
- tu lugar de parto (maternidad, clínica, centro de maternidad, plataforma técnica o en casa),
- tu posición para el parto: tienes derecho a rechazar la posición ginecológica en favor de una posición más fisiológica, para moverte durante el parto,
- aceptar o rechazar determinados actos durante el parto de su hijo (tacto vaginal, colocación de la epidural, inducción, presencia de internos o estudiantes, episiotomía, etc.).
- el mejor momento para abandonar la maternidad (si procede, firmando una autorización)...
En el marco de un embarazo y un parto seguros, e incluso en caso de urgencia, puesto que eres tú quien da a luz y nadie más, hay que hacer siempre lo máximo para respetar tus deseos. Porque un parto que tiene lugar según tus elecciones te hace plenamente dueña de tu cuerpo, de tus decisiones y de tu poder creativo. Una visión única y femenina del parto, proveedora de confianza y capaz de influir en tu vida y en tu crianza.
Una encuesta realizada en 2022 por la Red de Seguridad en el Parto de los Países del Loira muestra que, de 311 mujeres que dieron a luz con la utilización de instrumentos (fórceps, espátula, ventosa), el 48,1% no fueron advertidas. Del mismo modo, de 247 episiotomías practicadas, 153 mujeres indicaron que no habían sido consultadas. Por último, entre las 523 mujeres cuyo parto fue inducido, 507 (97,1%) mencionaron haber recibido información sobre las razones y los métodos utilizados, de las cuales 438 (86,3%) la consideraron suficiente, 55 ( 10,8%) incompleta y 14 (2,8%) no la comprendieron totalmente.
El cuerpo femenino: territorio sagrado
El respeto del cuerpo femenino es un principio fundamental de igualdad y dignidad humana. Implica el reconocimiento de la autonomía de las mujeres en las elecciones y decisiones relativas a su propio cuerpo, incluso durante el embarazo y el parto, incluso cuando desean interrumpir un embarazo o no desean tener un hijo.
El cuerpo femenino es portador de deseos y expectativas, pero también de vida. En esto es sagrado. Y como, desde una edad temprana, está sometido a diversas presiones de imágenes y comportamientos, nada es más importante que recordar su belleza, su delicadeza, su grandeza y su soberanía, en cada momento.
La soberanía corporal, un concepto a reivindicar
Detrás de la soberanía corporal se encuentra el principio según el cual cada individuo tiene su propia persona e integridad corporal que sólo él puede controlar. Una soberanía individual que incluye, en particular, el derecho a consentir o rechazar cualquier tratamiento médico, a elegir métodos anticonceptivos y a vivir libremente su sexualidad.
Aunque en la prensa francesa se invoca regularmente el consentimiento femenino, es esencial aplicarlo también al periodo de maternidad.
Sin embargo, el respeto de los derechos de las mujeres y de las embarazadas no siempre está garantizado, ni siquiera en Francia. El Día Internacional de la Mujer es precioso porque persisten muchos obstáculos.
- El "paternalismo médico" sigue llevando a demasiados profesionales sanitarios a creer que no deben respetarse los deseos o las decisiones de un paciente.
- El desconocimiento de sus derechos por parte de las mujeres poco o mal informadas es otro obstáculo importante para su respeto.
- Otra son las presiones familiares y sociales para que vivan, se comporten, den a luz de una determinada manera o tomen decisiones que no se corresponden con sus deseos.
No hay persona más capacitada que la propia mujer para tomar las decisiones adecuadas para su vida y su salud. Una vez informada, tómese el tiempo necesario para reflexionar y formular, no se deje influir ni imponga opciones o acciones que no le convienen, que le causan dolor o que le incomodan. En su lugar, imponga las suyas propias o pregunte a otra persona.
Para un parto respetado y positivo: prepara y vive tu plan de parto
En el corazón del camino (extra)ordinario hacia la maternidad, tú, actriz principal y guardiana de tu cuerpo, tu fuerza interior y tu sabiduría, guían tus elecciones para un nacimiento respetado y positivo de tu bebé.
Conocer tus derechos, hacer valer tus deseos y rodearte de un equipo atento son las claves de una experiencia bien vivida. Preparar y visualizar el parto te permite sentirte más implicada en tu nacimiento y más segura de ti misma, para dar la bienvenida a tu hijo en un entorno sereno y respetuoso.
El parto no debería ser nunca un calvario que soportar, sino un milagro que celebrar. Reconectar con el instinto maternal y el poder del cuerpo permite a cada mujer vivir plenamente este acontecimiento, fuente de inmensa alegría y de una profunda sensación de logro.

Además, existen alternativas para un parto a tu imagen y semejanza: en casa, en un centro de maternidad, en una maternidad guiada por una comadrona, acompañada por una doula, en presencia de tu cónyuge, lo menos medicalizado posible, en el agua, en movimiento... Lo principal es disfrutar de un parto consciente que respete tus elecciones.
El plan de parto
Un poco como una hoja de ruta dirigida a todas las personas -personal médico o no- presentes el día del parto, el plan de parto es un documento que recoge sus preferencias en cuanto a entorno hospitalario, atención médica y cuidados prestados. a su recién nacido inmediatamente después del nacimiento.
Desde tu historial médico y los datos de contacto en caso de emergencia hasta cómo te preparan durante el parto, tus opciones de anestesia o inducción, y si quieres dar el pecho o el biberón a tu bebé. bebé, todo está resumido, listo para ser aplicado.
Evidentemente, el plan de parto sirve para comunicar, planificar y prepararse para lo inesperado, dar directrices y tomar decisiones que no necesariamente podremos dar o tomar el gran día. Por supuesto, puedes establecer un plan de parto tanto si planeas dar a luz por vía vaginal, por cesárea o por parto vaginal después de cesárea (PVDC).
La información, la preparación y la confianza en uno mismo son los pilares de un parto positivo. Imaginar, escribir y vivir tu plan de parto es una forma de que cada mujer exprese sus deseos, marque sus límites, haga respetar sus derechos y elecciones e invierta plenamente en su potencial maternal.
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